Balance

Por fin acabó la magdalena. No es que no me guste, ya lo sabeis, es que es demasiado, necesito un respiro.
Hoy es muy divertido, pues cuando voy a los despachos para hablar con mis compis de algún tema laboral, lo primero, tras la cena destroy del jueves madalenero, la pregunta de rigor:
"¿que tal Sandra?", seguida de una risita, a lo que contesto "hoy ya bien, gracias", y se vuelven a reir.
Entonces ya viene la rememoración de la jugada "¿lo pasamos bien, eh?", o "¿como acabaste la noche?", o un "no sabía que conocías a sotano o mengano" o "¿Tu desapareciste después de la quimicolla, no?"...y más risitas..."yo el viernes, o el sábado, no pude salir"...
lo que me hace pensar que yo si pude, y que este año he aguantado mogollón, saliendo todos los días, y casi todas las noches..., y además, como siempre, mi angel de la guarda ha impedido que tuviese encuentros desastrosos con el pasado.
Estas quedadas con la gente que normalmente compartes solo trabajo, problemas, soluciones, etc., son muy buenas, unen más, te muestran el lado humano...lástima que ahora me voy a ir y voy a perder estos contactos...en verdad aquí hay super buena gente...
De aquí al día 27 voy a ir poniéndome melancólica in crescendo, en relación directamente proporcional con el grado de miedo mezclado con excitación que me está invadiendo...
Por el momento, magdalena 2008: Ten points.